Miguel Ángel Campano, 26 x 19 cm, original tinta china y gouache sobre papel, 1996. Obra de pequeño formato que sigue de la serie sobre el punto referidas en su biografía y que recoge la década de los 90. Campano busca en esta introspección el lugar real que ocupa en el espacio lo lleno y el vacío. La obra aparece junto a la firma, fechada en el mismo año que sufrirá el derrame cerebral seguido de dos embolias.
En la década de los 90, progresivamente va abandonando el clasicismo inspirador de sus obras anteriores y se decanta, de nuevo, por la inspiración de las formas geométricas decayendo en los tonos hasta alcanzar un diálogo único entre el blanco y el negro, paralelismo del espacio lleno y el vacío. Los círculos se interponen en un fondo plano entre líneas que encierran formas cuadrangulares. Surgen entonces las obras inspiradas en El Punto. En 1996 se le otorga el Premio Nacional de Artes Plásticas y en 1999 El Museo Reina Sofia presenta una gran exposición retrospectiva de su carrera, presentando en ella, la problemática de la sucesión de los ciclos en la pintura y defendiendo desde la obra de Campano una interrelación inequívoca. La obra se encuentra en perfecto estado de conservación, aun que se encuentra adherido en gran medida, al fondo de cartón inglés. Su enmarcación no es idónea para una obra tan importante y recomendamos reenmarcarla.
Miguel Ángel Campano, 26 x 19 cm, original tinta china y gouache sobre papel, 1996. Obra de pequeño formato que sigue de la serie sobre el punto referidas en su biografía y que recoge la década de los 90. Campano busca en esta introspección el lugar real que ocupa en el espacio lo lleno y el vacío. La obra aparece junto a la firma, fechada en el mismo año que sufrirá el derrame cerebral seguido de dos embolias.