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Guillem Bestard, 50 x 65 cm, óleo sobre tela en tabla. Obra paisajística del termino de Pollença. Representa el ascenso de un "pages" al Puig de María. El cuadro se divide en dos secciones. Un primer termino en sombra nos muestra lo escarbado que es el terreno, a continuación en un barrido de izquierda a derecha, aparece la escalinata de piedra iluminada por un sol de mediodía a juzgar por las sombras. De fondo, las cimas de las montañas de Pollença, en tonos azules, lilas y grises, proporcionan al paisaje profundidad y lejanía que, en comparación con el tamaño del personaje, consigue el pintor dotar de majestuosidad a todo el paraje del lugar.
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Datada, seguramente, con anterioridad a 1947 ya que ese año se mudó a Inglaterra con su esposa. Se inició en la pintura, especializándose en los retratos y los paisajes, tras haber conocido y dominado la técnica fotográfica que es por lo que generalmente es conocido. Gracias a la "fonda" de su familia se relacionó con artistas como Anglada Camarasa, Antoni Gelabert, Santiago Rusiñol, Joaquim Sorolla y los artistas de la Escola de Pollença, entre tantos otros. En esta obra paisajística se pueden observar las influencias y relaciones directas con esta "Escola de Pollença" (Anglada Camarasa) en: la ubicación geográfica de Pollença, importancia de la captación de la luz y la pincelada rápida. Su conocimiento fotográfico se ve reflejado en el tipo de encuadre de la composición además de la gran profundidad de campo entre el primer plano y el final. La obra presenta un estado bueno de conservación. No se pude decir lo mismo del marco, que recomendamos cambiarlo.
Ficha de datos
Guillem Bestard, 50 x 65 cm, óleo sobre tela en tabla. Obra paisajística del termino de Pollença. Representa el ascenso de un "pages" al Puig de María. El cuadro se divide en dos secciones. Un primer termino en sombra nos muestra lo escarbado que es el terreno, a continuación en un barrido de izquierda a derecha, aparece la escalinata de piedra iluminada por un sol de mediodía a juzgar por las sombras. De fondo, las cimas de las montañas de Pollença, en tonos azules, lilas y grises, proporcionan al paisaje profundidad y lejanía que, en comparación con el tamaño del personaje, consigue el pintor dotar de majestuosidad a todo el paraje del lugar.
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