Guillermo Gil, 38 x 46, óleo sobre tela. Representación de un pueblo de la Serra de Tramuntana, a partir de colores vivos y saturados que nos recuerdan a los tonos fauvistas. La pincelada, con exceso de material, es rápida para representar plantas, mientras que es más meditada en lo que respecta a las casas y detalles arquitectónicos.
Los pueblos de la Serra de Tramuntana han sido muy representados por Guillermo Gil a lo largo de toda su trayectoria. En este caso, podemos apreciar las casas en primera y segunda instancia, con ventanas y porches, acompañadas de palmeras y cipreses, dos tipologías de árboles que podemos encontrar en diversos pueblos de la isla. En esta obra, Gil le da una interpretación visual más vanguardista, a partir de colores vivos y saturados que recuerdan a los tonos fauvistas, y a la vez una pincelada rápida con grandes masas de material. Cabe destacar que la obra de Gil no sigue una línea única con una evolución lineal, sino que el artista experimenta con diversos estilos en cada etapa de su vida. La obra presenta un marco clásico con tonos plateados, y se encuentra en perfecto estado de conservación.
Guillermo Gil, 38 x 46, óleo sobre tela. Representación de un pueblo de la Serra de Tramuntana, a partir de colores vivos y saturados que nos recuerdan a los tonos fauvistas. La pincelada, con exceso de material, es rápida para representar plantas, mientras que es más meditada en lo que respecta a las casas y detalles arquitectónicos.