Gabriel Sampol Torrens, 73 x 60 cm, óleo sobre tela, 1999. Paisaje mallorquín que pertenece al pueblo de Valldemossa. En primer termino prevalece la arboleda que rodea el recinto de la cartuja; en segundo termino, el campanario resplandece en contraste de verdes con la propia naturaleza del entorno. Es un cuadro con una pincelada muy limpia para conseguir el efecto lumínico que pretende el artista. La naturaleza que envuelve el tema central de la obra aparece, en cierta medida, idealizada en su composición.
La "Cartoixa de Valldemossa" es uno de los destinos garantizados para los visitantes que vienen a la isla de Mallorca. Valldemossa ha atraído a reyes, intelectuales y personalidades del mundo de la cultura de todo el Mundo desde el siglo XIV hasta nuestros días; desde el rey Sancho (Rei Sanç I de Mallorca) hasta Michael Douglas. Su entorno montañoso, así como la conservación arquitectónica de sus casas y sus calles, hacen de esta población un lugar singular y tema de cuadros de grandes pintores en la isla. Para Gabriel Sampol fue un tema muy recurrente que le empujaba a plasmar el lugar con una cierta idealización. La construcción corresponde a la cartuja de dicho pueblo; este monasterio debe su mayor fama al pianista Frédéric Chopin, que residió junto a su pareja, la famosa escritora George Sand, el invierno de 1938, en una de sus celdas para intentar curarse, o si no, mejorarse de la tuberculosis que padecía. El cuadro se encuentra en perfecto estado y no presenta ninguna enmarcación. No dejo de pertenecer a la colección propia del artista hasta su fallecimiento.
Gabriel Sampol Torrens, 73 x 60 cm, óleo sobre tela, 1999. Paisaje mallorquín que pertenece al pueblo de Valldemossa. En primer termino prevalece la arboleda que rodea el recinto de la cartuja; en segundo termino, el campanario resplandece en contraste de verdes con la propia naturaleza del entorno. Es un cuadro con una pincelada muy limpia para conseguir el efecto lumínico que pretende el artista. La naturaleza que envuelve el tema central de la obra aparece, en cierta medida, idealizada en su composición.