Josep Guinovart, 57 x 66 cm, grabado al aguafuerte, aguatinta, carborundum, punta seca e iluminado a mano, 1989. Es abstracta y muy lineal. La iluminación a mano le da un toque de color al grabado mientras que la combinación de técnicas le da dinamismo. Hay dos contrastes claros en los colores y en las técnicas. Los colores cálidos (rojos) contrastan con el negro y la punta seca contrasta con el aguatinta y el aguafuerte. Juega con la imaginación del espectador evocando en el centro un ordenador portátil (el primero que se comercializó fue en 1981).
Guinovart fue un artista que, desde su niñez, tuvo gran afición por la pintura gracias al taller de su abuelo. En esta obra, ya de una etapa de gran maduración artística, se observa su representación más abstracta donde la materia y los elementos matéricos se convierten en su lenguaje, generalmente con una clara intención social. Por otro lado, desde su relación con el informalismo catalán, se interesó por los grabados y la experimentación técnica de la que esta obra es un claro ejemplo. Es una obra plástica donde deja libre la interpretación del espectador estando intrínsecamente relacionada con la influencia que ha tenido la poética de Kavafis, Federico García Lorca, Joan Salvat-Papasseit... en su formación artística.
En 1989, cuando se realizó esta obra, se planteó el futuro del Espai Guinovart d'Agramunt. A su vez se publicó un estudio del artista titulado “Josep Guinovart-Joaquim Molas” de la colección Diàlegs a Barcelona. También, ese mismo año, recibió el Premi Nacional d'Arts Plàstiques del Departament de Cultura de la Generalitat de Catalunya.
Sin enmarcar, recomendaríamos un montaje-vitrina. El grado de conservación es excelente.
Guinovart, Josep (0004)
Ficha de datos
Artista / Realizador ...
Josep Guinovart
Título / Tema ...
Sortides
Técnica / Materiales ...
Grabado al aguafuerte, aguatinta, carborundum, punta seca e iluminado a mano
Josep Guinovart, 57 x 66 cm, grabado al aguafuerte, aguatinta, carborundum, punta seca e iluminado a mano, 1989. Es abstracta y muy lineal. La iluminación a mano le da un toque de color al grabado mientras que la combinación de técnicas le da dinamismo. Hay dos contrastes claros en los colores y en las técnicas. Los colores cálidos (rojos) contrastan con el negro y la punta seca contrasta con el aguatinta y el aguafuerte. Juega con la imaginación del espectador evocando en el centro un ordenador portátil (el primero que se comercializó fue en 1981).