Rafel Joan, 73 x 92 cm, óleo sobre lienzo, 1987. Paisaje marino contemplado con cierta graduación onírica, lo que convierte la tela en una representación casi abstracta. La composición coloca al horizonte en la parte superior del cuadro y esto provoca la sensación de gran vacío y sosiego, tan sólo perturbado por el reflejo de la luz de un astro que araña el mar.
Obra del artista en el inicio de su madurez. Pintura contemplativa del artista inspirado por una constante en sus cuadros, la luz. Y el azul se convierte en hilo conductor entre la razón lumínica y el espectador. La pintura abarca diferentes técnicas como la pincelada en un primer termino y la técnica mixta más allá del horizonte; a donde el cuadro alcanza una vistosa textura. La obra se encuentra en perfecto estado y nunca ha estado enmarcada.
Rafel Joan, 73 x 92 cm, óleo sobre lienzo, 1987. Paisaje marino contemplado con cierta graduación onírica, lo que convierte la tela en una representación casi abstracta. La composición coloca al horizonte en la parte superior del cuadro y esto provoca la sensación de gran vacío y sosiego, tan sólo perturbado por el reflejo de la luz de un astro que araña el mar.