La etimología de arte a partir del siglo XX
A principios y mediados de 1920 Miró recibió la influencia de movimientos vanguardistas como el Cubismo, Dadaismo y Surrealismo, entre otros, que desarrollaron un papel fundamental en la trayectoria del artista, así como también lo hizo el Primitivismo. Miró fue adaptando a su manera prácticas artísticas y herramientas de dichos movimientos sin llegar nunca a formar parte de ellos. Empezó a manifestar un rechazo hacia la pintura occidental tradicional alejándose del lenguaje formal académico a través de la ruptura de los estándares y las normas establecidas. A través de este ataque constante hacia las convenciones del arte occidental mediante la transgresión de las técnicas tradicionales Miró pretende liberarse de los estándares impuestos, queriendo ir más allá de la pintura de caballete, medio por antonomasia del arte occidental. Este proceso lo denominó ''asesinato de la pintura'' en el que el afán por superar los límites del arte, se manifestará mediante la experimentación con nuevos medios, materiales y técnicas que le permitirán nuevas vías de expresión, así como lo fueron el grabado y la litografía. Dichas técnicas fueron las más importantes en la búsqueda de la universalidad de su lenguaje visual, es decir, que pudiera ser entendido por todo el mundo, ello le permitió llegar a un mayor número de personas y de manera más rápida. Por otro lado, le permitieron unir la poesía y la pintura. Miró comenzó a experimentar con el grabado en la década de los 30 gracias al pintor cubista Marcoussis. Fue durante esta etapa cuando empezó a ilustrar libros y cuadernos de poesía de poetas surrealistas y dadaistas como Tristan Tzara, práctica que mantuvo a lo largo de su carrera. Una figura clave en la formación del grabado en Miró fue el grabador americano William Hayter, pero fue con Jacques Frélaut cuando el artista ya se siente más seguro con la técnica y empieza a trabajar de manera más libre e improvisada. En 1956 se traslada a Mallorca y en el '59 adquiere su taller ''Son Boter'' donde producirá gran parte de su obra gráfica. A finales de los 50 sus obras son una explosión de colores, manchas y salpicaduras fruto de la improvisación y el azar que reflejan las influencias americanas de Jackson Pollock y el Expresionismo Abstracto. La década de los '70 será la etapa de mayor producción de grabados y litografías.
Fuentes: Dupin, Jacques "Miró graveur" Daniel Lelong, París 1984-1991 // Dupin, Jacques "Miró" Poligrafa, Barcelona
Fuentes imagen: Fragmento de la fotografía original de Francesc Català Roca "Yo estaba haciendo unas fotografías de sus obras en la habitación contigua y al alzar la vista observé como se sentaba frente a las telas y descubrí que si yo me situaba a su altura, con su cabeza tapaba una bombilla encendida de la que se expandía una especie de aura. No se enteró y capté aquella enigmática imagen. Lo cierto es que también se la hice porque él mismo me contó una anécdota sobre una broma que le había ocurrido un día en Barcelona en el que un grupo de amigos le tomaban por lelo. Resulta que mientras tomaban café en un bar de las Ramblas, sus amigos se pusieron de acuerdo diciéndole que le pasaba que tenía como un aura. Él pensó que se lo decían por sus cabellos. Lo cierto es que le tomaban el pelo, se burlaban de él, y esta fotografía me recuerda aquella anécdota." Fuente texto: http://www.buscameenelciclodelavida.com/2016/03/la-esperanza-de-un-condenado-muerte.html?spref=pi