Josep Cores, 41 x 33 cm, óleo sobre cartón, 1997. En esta ocasión, Cores plasma a los pescadores en una atmosfera lúgubre desarrollada en un café dónde el personaje abatido del primer plano ingiere una bebida alcohólica, posiblemente, el artista describe momento de descanso previo o posterior al trabajo.
Josep Cores es un artista entregado a la figura humana, en la década de los 90 realiza una serie dedicada a la figura del pescador en la que plasma escenas cuotidianas cuyos protagonistas, mayormente, aparecen trabajando. Pretende mostrar a través de estas escenas el realismo de la dura jornada de los pescadores que, mediante las posturas abatidas transmite cierto dramatismo que aproxima su obra a la pintura del expresionismo alemán. Son composiciones en la que el artista aplica el color mediante una pincelada rápida y abocetada insinuando las formas, lejos de un acabado detallado, de tal manera que se van entremezclando entre sí, quebrantando los límites entre unos y otros y, a su vez, se fusionan los colores dando lugar a fuertes contrastes y gradaciones tonales. Hay zonas más trabajadas que otras en las que la pincelada es constante consiguiendo así una mayor definición de la forma, en ellas se puede observar la dirección del trazado otorgando cierta textura a la obra. La obra se encuentra en perfecto estado de conservación y enmarcada.
Josep Cores, 41 x 33 cm, óleo sobre cartón, 1997. En esta ocasión, Cores plasma a los pescadores en una atmosfera lúgubre desarrollada en un café dónde el personaje abatido del primer plano ingiere una bebida alcohólica, posiblemente, el artista describe momento de descanso previo o posterior al trabajo.