Miquel Rivera Bagur, 50 x 61 cm, óleo sobre tela. En un primer plano se observa a una pareja que porta, cada uno de ellos, una flor azul en la mano. En un plano posterior, minúsculos por la distancia, se han representado tres personajes y dos arquitecturas. La escena denota tranquilidad y alegría en un espacio natural con árboles, flores -una de ellas con unas dimensiones humanas como es el caso de la flor al lado del personaje femenino- y pájaros.
Durante su época naïf (1959- 1999), que es cuando realizó esta obra, trabajó junto a Ernst Ehrenfeld -fotógrafo-. Su obra naïf destaca por el uso de un cromatismo vibrante, alegre e intenso en flores, árboles y personajes como se puede observar en la combinación de rojos y azules en esta obra. Todos los componentes suelen estar en un espacio tranquilo, sereno, sin conflictos e inocentes disfrutando de la alegría de vivir. En términos compositivos y técnicos destacan las simetrías, el detallismo y siempre presenta a los personajes desde un punto de vista frontal como podemos observar en la representación de esta pareja -temática típica también de este autor- mientras que los personajes en unos planos secundarios se les representa en la realización de alguna acción.
Esta obra presenta un óptimo grado de conservación y presenta una doble firma: en el ángulo inferior derecho y en el envés; en este último lugar, junto con la datación y la titulación.
Miquel Rivera Bagur, 50 x 61 cm, óleo sobre tela. En un primer plano se observa a una pareja que porta, cada uno de ellos, una flor azul en la mano. En un plano posterior, minúsculos por la distancia, se han representado tres personajes y dos arquitecturas. La escena denota tranquilidad y alegría en un espacio natural con árboles, flores -una de ellas con unas dimensiones humanas como es el caso de la flor al lado del personaje femenino- y pájaros.