Antoni Ribas, 40 x 28,5 cm, óleo sobre tela, 1874. Paisaje montañoso, como el propio título indica, donde presenta una escena idílica. Predomina la naturaleza dejando mínimas a las tres personas que están representadas. Utiliza colores grises y verdosos habiendo algún contrapunto de colore en las zonas iluminadas de la vegetación; por otro lado, el uso de colores rojizos se reservan a las personas. Ante la representación de la naturaleza como dominante de la composición y la paleta de colores recuerda a la Escuela de Barbizón.
“Camí de Muntanya” es una obra que está dentro de su segunda etapa como artista (1870-1878) siendo la principal característica el abandono del romanticismo a favor de una pintura más realista realizando paisajes. Otra característica importante recae en el uso del color, ya que progresivamente, va teniendo un papel más importante en la composición de sus obras.
Seguramente esta obra es fruto de uno de sus excursiones al campo que realizó con Juan O'Neille y Ricardo Anckermann. Siguiendo las indicaciones de Carlos de Haes realizaban bocetos y croquis al “plein air” que posteriormente finalizaban o rehacían en un formato más grande.
A partir de 1874, siendo curiosamente en el mismo año en el que la obra está fechada, es cuando este artista empieza a tener cierto reconocimiento entre los artistas que trabajan en Mallorca consiguiéndose buenas críticas de Bartolomé Ferrá.
El cuadro presenta un buen grado de conservación y esta firmada en el ángulo inferior izquierdo. La enmarcación es óptima y es de estilo clásico.
Fuente: VILLALONGA DE CANTOS, Príamo (1981-1984). El pintor Antonio Ribas y Oliver (1845-1911). Mayurqa. 20. pp. 345-392.
Antoni Ribas, 40 x 28,5 cm, óleo sobre tela, 1874. Paisaje montañoso, como el propio título indica, donde presenta una escena idílica. Predomina la naturaleza dejando mínimas a las tres personas que están representadas. Utiliza colores grises y verdosos habiendo algún contrapunto de colore en las zonas iluminadas de la vegetación; por otro lado, el uso de colores rojizos se reservan a las personas. Ante la representación de la naturaleza como dominante de la composición y la paleta de colores recuerda a la Escuela de Barbizón.