Miquel Carbonell, 38 x 46 cm, óleo sobre tela. En esta obra se presenta un paisaje urbano protagonizado por el puerto de Cala Figuera en la localidad mallorquina de Santanyí. En él se representa una parte del puerto con la presencia de tres embarcaciones en un primer término, mientras que en un segundo plano se describe el camino que recorre dicho puerto con las viviendas con las características persianas mallorquinas de color verde, además de unas escaleras entre dos viviendas.
Una pequeña curiosidad respecto a este paisaje es que, a pesar del paso de los años, aún se puede identificar la zona descrita por el artista pues las escaleras han perdurado hasta el día de hoy, y, aunque los edificios del paseo han sufrido cambios, se aprecian detalles que remiten al estado en el que se encontraban en el momento en el que el artista pintó el cuadro. Los paisajes son el género por excelencia de Carbonell, dónde el componente marítimo se convierte en una constante, ya sea como protagonista de sus obras, o, como un elemento secundario de sus composiciones. Desde el punto de vista técnico, destaca la pincelada aplicada en el mar, ya que, a diferencia de la aplicada en las viviendas, se trata de una pincelada rápida, suelta y corta que remite a los artistas impresionistas quienes utilizaban el agua como medio para reflejar la luz, en esta ocasión, se aprecia el reflejo de la arquitectura en el agua. La obra se encuentra en perfecto estado de conservación y presenta enmarcación.
Miquel Carbonell, 38 x 46 cm, óleo sobre tela. En esta obra se presenta un paisaje urbano protagonizado por el puerto de Cala Figuera en la localidad mallorquina de Santanyí. En él se representa una parte del puerto con la presencia de tres embarcaciones en un primer término, mientras que en un segundo plano se describe el camino que recorre dicho puerto con las viviendas con las características persianas mallorquinas de color verde, además de unas escaleras entre dos viviendas.