Guillermo Gil, 60 x 73 cm, óleo sobre tela. Obra de principios del 2000, en la que experimenta con una pincelada más corta para dar más movimiento y vigorosidad al mar, dejando el protagonismo a las rocas que rodean la cala en tonos cálidos y grisáceos a la vez para destacar los efectos de la luz; al fondo una casita que apenas se reconoce, para dar un efecto de profundidad y lejanía.
En la obra de Guillermo Gil, el paisaje de la isla de Mallorca se encuentra como una constante. Sin embargo, no sigue un único recorrido, sino que es un conjunto de experimentaciones que le llevan a trabajar bajo las bases de diferentes estilos pictóricos. En este caso, Gil nos presenta una obra más post-impresionista con predominio de los colores azul ultra mar y verde esmeralda en contraposición con los tonos más calidos de las rocas, acentuados con los óxido de hierro en las paredes de piedra que le otorgan el protagonismo del cuadro. En el reverso el artista a firmado la obra y la titula como Marina, Deyá. La obra no presenta enmarcado. Se encuentra en perfecto estado de conservación.
Guillermo Gil, 60 x 73 cm, óleo sobre tela. Obra de principios del 2000, en la que experimenta con una pincelada más corta para dar más movimiento y vigorosidad al mar, dejando el protagonismo a las rocas que rodean la cala en tonos cálidos y grisáceos a la vez para destacar los efectos de la luz; al fondo una casita que apenas se reconoce, para dar un efecto de profundidad y lejanía.