Manuel Coronado, 46 x 55 cm, óleo sobre lienzo. Obra de la etapa abstracta del artista. Predominan los tonos violetas, con matices rojos, azules y blancos. Es un claro ejemplo de la etapa más psicodélica del pintor, en la que no abandona los colores vivos, cuyo uso es una constante en toda su trayectoria.
La obra de Manuel Coronado tiene muchas y muy diversas etapas a tener en cuenta. En este caso, la obra es un claro ejemplo de su producción después de su etapa en Ibiza, momento en el que se empapa del imaginario psicodélico de la mano del pintor Esteban Sanz, así como la abstracción y el vanguardismo que más tarde intentará introducir en la isla. Esta pintura de 1988 presenta información de reata, en la que podemos ver “Sin título”, las medidas del lienzo, el material y la fecha, así como el número 29, que podría ser una numeración hecha por el artista. Todo lo escrito se presenta al revés de la orientación original de cuadro (como se puede comprobar en las fotos, que presentan una con la orientación original y otra donde se puede leer la información). Está en un estado de conservación defectuoso a causa del paso del tiempo y la delicadeza del material, por eso recomendamos restaurarlo. Presenta una mala enmarcación, con un marco de color plateado, por lo que se recomienda un marco nuevo con vidrio para proteger la obra.
Coronado, Manuel (0001)
Ficha de datos
Artista / Realizador ...
Coronado, Manuel
Título / Tema ...
Sin título
Técnica / Materiales ...
Óleo
Soporte / Utillaje ...
Lienzo en bastidor
Medida Alto (cm) ...
46
Medida Ancho (cm) ...
55
Firma / Certificado ...
Firmado a mano en ángulo inferior izquierdo
Época / década / año, ...
Década de los 80
Estilo / Movimiento ...
Arte Abstracto
Provenance ...
Colección particular
Enmarcado ...
Mal enmarcado
Medidas Enmarcado (alto x ancho, cm) ...
50 x 59 cm
Tonalidades ...
Violetas
Ambientes ...
Salas
Localización ...
En nuestra tienda (depósito)
Se aprecian algunas señales de uso (puede consultarnos su estado)
Manuel Coronado, 46 x 55 cm, óleo sobre lienzo. Obra de la etapa abstracta del artista. Predominan los tonos violetas, con matices rojos, azules y blancos. Es un claro ejemplo de la etapa más psicodélica del pintor, en la que no abandona los colores vivos, cuyo uso es una constante en toda su trayectoria.